Por: Ernesto Alvarado.
De acuerdo con los datos proporcionados en su declaración patrimonial y que se encuentran en Declaranet, Pablo Amílcar Ballesteros, delegado Federal en Guerrero, cuenta con propiedades con valor de poco más de 4 millones de pesos.
Entre los que destacan dos vehículos de lujo, una motocicleta Harley Davidson, una casa y dos departamentos, así como joyerías y colecciones de obras de arte.
De acuerdo con el registro, Amílcar Sandoval, el defensor en Guerrero de los que menos tienen, los dos departamentos los compró de contado el 12 de junio de 2007, por la cantidad de 125 mil y 921 mil pesos.
La colección de arte en cuadros también fue comprada de contado con un costo de 180 mil pesos, de igual manera cuenta con joyerías, relojes y cadenas que tiene un valor de 610 mil pesos.
Otras propiedades presentadas en su declaración patrimonial el pasado 30 de enero, es un auto VOLVO XC90 2014, con un costo de 410 mil pesos y que fue adquirida mediante un crédito.
Una motocicleta HARLEY DAVISON 2009, fue comprada de contado por la cantidad de 260 mil pesos.
Un auto MAZDA 3 2010, que fue comprado mediante crédito por la cantidad de 100 mil pesos.
Amílcar Ballestero presentó su declaración el pasado 30 de enero, fecha límite puesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al mencionar que el funcionario que no la presentara quedaría fuera de su gabinete.
En esta declaración mencionó que percibe un salario mensual de 87 mil pesos como delegado federal en Guerrero.
En su experiencia laboral declaró que se desempeñó como Consultor Independiente en Políticas Públicas de octubre de 2014 a enero de 2015.
En MORENA ocupó el cargo de presidente estatal de noviembre de 2015 a marzo de 2018.
Fue diputado local en Guerrero de septiembre a noviembre de 2018, cargo que dejó para desempeñar la encomienda actual de Delegado Federal en la secretaría de desarrollo Social.
El costo de los bienes adquiridos hace un contrate con su actividad laboral, presentada en su declaración, mostrando que Pablo Amílcar Sandoval, al igual que algunos funcionarios de otros partidos políticos, ofenden a los ciudadanos de un estado donde predomina la extrema pobreza.
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